La vida

¿Sabéis? Me he dado cuenta de que me encanta vivir. Y diréis: "Coño, como a todo el mundo". No. A todo el mundo no. Me explico. Vale, sí, a nadie le gusta morirse, por lo cual a todos nos gusta vivir. Pero no todos saben vivir.

Vivir para mí es aprender todos los días algo nuevo, valorar cada gesto, cada sonrisa, cada ceño fruncido, quedarse impresionado por los colores de las alas de una mariposa, reír o llorar sin que importe que los demás te estén mirando, sentir cómo el viento pasa sus dedos entre tu pelo cuando paseas por el puente romano sobre el Guadiana (se puede elegir otro lugar), conseguir que un perro que te gruñía ahora venga a que le des de comer y le hagas mimos, como si de un Calcetines cualquiera se tratara; hablar con un desconocido de sus viajes por el mundo y lograr viajar allí tú también con la imaginación y con sus recuerdos... sentir, en general. Sentir y disfrutar. En eso consiste vivir para mí, pero hay mucha gente que no es capaz de hacerlo. Por eso digo que se están perdiendo su propia vida.

Un beso,
Sandra