viernes, 26 de diciembre de 2008

Y el cine cambió... para mi

Hace tiempo que no hago una entrada fuera de la sección "El rincón del palomitero", y hablando con un compañero del curro (David), éste me preguntaba como era que me gustaba tanto el cine, y esta es la excusa que me permite endosaros esta nueva entrada.

Puede haber muchas razones para que el cine me guste tanto, entre ellas mi amistad con un cinéfilo (Pachi), que además de hacerme apreciar cierto tipo de películas y la importancia de los directores (cosa a lo que yo hasta ese momento le otorgaba poca relevancia), me hizo apreciar y valorar las bandas sonoras (gracias y un abrazo desde aquí!!).

Pero la razón que entonces mencioné a David fue el impacto del visionado de tres películas.

Un domingo de otoño-invierno, tendría 16 añitos aprox. Dos televisiones en casa, me tumbé en la cama de mis padres para ver en solitario por la 2 Cyrano de Bergerac, película de Michael Gordon con José Ferrer y Mala Powers, de 1950 en blanco y negro.

En fin, que puedo decir, esto es cine en mayúsculas y José Ferrer se llevó el Oscar. Imprescindible como las dos siguientes que reseño. Los diálogos son buenísimos y las escenas de espada tienen una estupenda coreografía.


Retrocedemos unos años atrás. Navidades, posiblemente con 14 o 15 años, de madrugada y yo sin ganas de dormir por los nervios de salir ese mismo día hacia el pueblo de mis padres a pasar las fiestas. Me voy al salón-comedor y enciendo la tele poniendo el volumen bajo mínimos. Otra vez la 2. En esta ocasión Qué bello es vivir! de Frank Capra, con mi actor favorito James Stewart, Donna Reed y un excelente Lionel Barrymore.

Mágica, navideña, transmitiendo un buen rollito tremendo, con unas actuaciones soberbias y escenas e imagenes que son estandartes de lo mejor del séptimo arte, la ves y comprendes que el cine sea tan grande. De 10. Encima, para ser el primer visionado conté con la colaboración para mi memoria de que mi hermana MªIsabel tampoco podía dormirse y la estuvo viendo un rato conmigo, no la pilló al principio como yo, y no la vió acabarse porque le entró el sueño, pero... gracias por estar allí conmigo!


La verdad es que no recuerdo la fecha en que la última de las películas de las que hablo fue emitida en "Qué grande es el cine!", pero fue en ese programa sin lugar a dudas donde disfruté de su visionado. Desde aquí mi agradecimiento a Garci por darme a conocer y permitirme descubrir tal película, quizás mi number one.

El invisible Harvey de Henry Koster con James Stewart como el amigo de Harvey y Josephine Hull como la encantadora hermana de Stewart. Película llena de escenas inolvidables, mágicas, con buenas intenciones, con un James Stewart carismático que encandilaba y sigue encandilando, un actor increible, eterno y magnífico.

Los dieces los vendo caros, pero no en esta entrada, otro 10 para esta película, y que se note que Stewart es mi actor favorito al tener aquí dos de sus películas... Y una escena que lo tiene a él, como no, como indiscutible protagonista.


En fin, después he descubierto muchas otras películas que hacen que merezca la pena esto del séptimo arte (como "La noche del cazador" o "Matar a un ruiseñor"), pero estas fueron las que me iniciaron en el CINE con mayúsculas.

2 comentarios:

Juanan dijo...

Hombre Juan, por fin. Una entrada de las buenas. Una de esas entradas que vienen de dentro, una reflexion calmada y pensada. Me veré estas peliculas, malhechor!
Por tu culpa veo buen cine :( lloraré en otro momento ;)

Anónimo dijo...

Soy Pachi! ayer me lo dijiste y hoy lo he leido! Ha molado un montón esta entrada que has hecho. Un abrazo inmenso y, a riesgo de ponerme ñoño, el cine es grande por muchas cosas, pero quizás la mejor sea el hecho de conseguir unir a las personas para hablar de las películas, tú tienes esas tres, yo otras tres, y otro tendrá otras, y que entre todos compartamos las ideas de los demás, es un foro constante... nunca me cansaré de hablar de cine! ¡QUÉ GRANDE ES EL CINE! (léase con la boca torcida y mirando a una cámara de la 2)