domingo, 11 de octubre de 2009

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (6,5)

  • Autor y año: Stieg Larsson, 2006

Se nota el cambio. La verdad es que este libro lo coges según dejas el primero, así que todo lo tienes fresco en la memoria y podría decirse que empiezas a leerlo con la intensidad con que acabaste de leer el primero.
Pero según avanzas un poco, rápido te das cuenta que el escritor se ha desmandado, y eso se nota donde más duele, en Lisbeth.

Mikael sigue a lo suyo y no tiene evolución. Otros personajes entran en la trama, pero ninguno con entidad suficiente. Y Lisbeth deja de ser el personaje que conocimos en dos sentidos opuestos. Por un lado se siente agraviada por Mikael por algo que no tiene lógica siendo ella como es, y que no me vengan con que el caso de Mikael es especial, ella tenía una personalidad muy fuerte y una inteligencia muy pronunciada como para caer en ello, es solo que el autor no quería que sus dos personajes estuviesen juntos y lo resolvió de la manera más idiota.

Por otro lado, Lisbeth deja de ser una humana para convertirse en una mutación de Bourne gótica, de tal forma que ya no te sientes identificado con ella, porque por un lado no es tan lista como nos dijo el autor y por otro lado las balas le rebotan, a mi Neo...

En todo caso, la sucesión de acontecimientos está bien narrada y con ritmo, así que tiene su interés y se lee rápido y con bastantes ganas.

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